Con una caja de zapatos y mucha imaginación
puedes personalizar tu propio cofre.
En él puedes guardar esas pequeñas
cositas que después, cuando pasan los años,
gusta tocar y recordar.
Caja acabada |
Detalle de la caja: los laterales forrados con servilletas de colores | y un poco de relieve. |
Flores hechas con pasta de las hueveras y adornadas con botones. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario